lunes, 22 de agosto de 2011

Voyage II



Hace un rato, me metí a bañar y tuve una aparición... era el Hombre Caracol, quien me visitaba en las minúsculas gotas de agua adheridas al azulejo de la pared. Me observó con su mirada húmeda y supe que era tiempo de hablar.
Salí corriendo de casa, aun con el flu-monster persiguiéndome, fui al único lugar donde estaría a salvo... en el séptimo cielo... la casa del árbol, hogar de Zari-Güey-Ah.
Subí en el elevador y encontré al Sr. Escargot en una meditación profunda. Estaba en trance. Volteé al otro extremo y Zari-Güey-Ah salió de la cocina con tres tazas de té. Me dijo que el Sr. Escargot me había estado mandando mensajes telepáticos a través del agua (y aparentemente funcionó!) porque había leído un libro de un tal Masaru Emoto, quien se decía capáz de interpretar el lenguaje acuífero... además, se había agotado el saldo de su teléfono celular y tenia que encontrar una manera de comunicarse conmigo.
Zari, (como me pidió que la llamara) se sentó a la mesa junto con el Sr. Escargot y me invitó a sentar. Ella miró al Sr. Caracol con dulzura, lo despertó de su trance con una bofetada y le acercó su té. El Sr. Escargot sacó su pipa, tan burbujeante como siempre, me miró y me pregunto como había estado. Le respondí que bien, como siempre... al menos mejor que la última vez. Había masticado muchas situaciones y cada vez me sentía mas lista para algo... aunque no sabia exactamente "qué"...
Zari se levantó y se asomó por la ventana... se escuchaban unos gruñidos...
-Es solo el flu-monster- le dije.
-Ha estado acosándome-
Zari le roció un poco de cloro y se calló por un rato... después ella se acercó a la mesa donde estábamos reunidos y puso un gran papel sobre la mesa.
Ahí estaba... era un mapa y su respectiva lista de lugares...
El Triángulo de las Bermudas, Nantes, El Sistema de Alcantarillado de Nueva York, Zadar y su Órgano Marino, Stonehenge, Roswell y lo que fue la antigua Sumeria, entre otros... Nos iríamos en bici por tierra, y en canoa por mar, pero su plan se vió modificado cuando le dije que no sabia andar en bici. Me prometió construirme un triciclo, pero en mis adentros supe que debía encontrar otra manera económica de viajar...
Mientras pensaba todo esto, vi por la ventana al sol ponerse en el horizonte. 
Escuchaba al Sr. Escargot y a Zari discutir los destinos del viaje y el orden en que los visitaríamos...
El sol aun me miraba... tan reluciente y tan amarillo, parecía incluso estarme dedicando una sonrisa...
Con una rapidez casi antinatural el sol se fue a dormir, quedando solo una linea de oro, seguida de un halo que daba colores inigualables a las nubes de aquel atardecer.
Sentí una presencia a mi lado, era el Sr. Escargot, que miraba aquel atardecer con cierta nostalgia... con cierta dulzura, como si esa noche fuera a extrañar al sol mas que nunca...
Sus ojos verde mar se veían mas bellos que nunca con esos reflejos dorados que parecían dar la bienvenida al otoño.
Ya era tarde y el flu-monster aun estaba abajo acechando, y no podía salir por la ventana, puesto que estábamos en el séptimo cielo. Zari sugirió que nos quedásemos a dormir, y así lo hicimos.
Me acomodé junto a la ventana, la misma ventana donde vi el atardecer... Zari se fue a su nido y el Sr. Escargot se metió a su caparazón junto a la chimenea... todo estaba silencioso y yo estaba observando el cielo estrellado desde la ventana, pensando en los rincones del mundo que iríamos a visitar... Pasó una deslumbrante estrella fugaz, y me pregunté... qué nos depararía el destino...

-SSLH


P.S. Espero que el viaje no demore mucho mas... ya que mi corazón se encuentra inflado de emoción por la ilusión de nuevas aventuras... 

No hay comentarios: